Demanda y gasto de dispositivos teconológicos
A partir de la aplicación de las primeras medidas de confinamiento sanitario para contrarrestar la pandemia de la Covid-19, se visibilizó en los países centroamericanos[1] la importancia del uso de tecnologías digitales para contrarrestar el aislamiento y el impacto, tanto en el funcionamiento social como en el económico. Esto modificó la demanda y, por ende, el gasto que se destinaba a la compra de dispositivos tecnológicos.
[1] La pandemia inició de manera oficial en Centroamérica con la detección del primer caso el 6 de marzo de 2020 en Costa Rica.
Mercado de computadoras personales (PC’s)
Uno de los casos más representativos de esta aceleración en la adquisición de dispositivos se dio en el mercado de computadoras personales (PC’s). En el estudio que se realiza de manera trimestral IDC Latin America Quarterly Personal Computing Device Tracker (4Q2021)[2] se observó una aceleración positiva en el desempeño del mercado centroamericano. Este crecimiento tuvo la particularidad de registrase a lo largo de 2021, como resultado de que los gobiernos impusieron desde el inicio para atender la emergencia sanitaria. Lo cual, llevó a la masiva adquisición de estos dispositivos, que permitieran la continuidad de forma remota de las actividades económicas, educativas y sociales, siendo además un detonante de la gran necesidad de contar con la infraestructura que permita la transformación digital (ver gráfica 1).
El factor más significativo que llevó a esta escalada en la compra de PC’s se ubica en el sector educativo y social. En febrero de 2021, el gobierno de El Salvador anunció que, como parte del Programa de Reducción de Brecha Digital en los Centros Escolares, el Ministerio de Educación (MINED) gestionaría la entrega a nivel nacional de computadoras personales a docentes y estudiantes, a raíz de la obligación de impartir clases en línea como consecuencia de la pandemia. Este proyecto significó al cierre del 2021 un crecimiento, específicamente, en el mercado de notebooks de 875% en comparación con 2020.
Situación similar se observó en Costa Rica que en 2021 registró un crecimiento del 74%, también en el mercado de notebooks. Debido a que, como medida para enfrentar la crisis que ha provocado la pandemia, la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL) a través del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (FONATEL) ha impulsado y ampliado sus proyectos, por ejemplo, el “Programa Hogares Conectados”, cuya meta es proporcionar a las familias una computadora portátil e internet fijo[3].
[2] IDC mide en el mercado de PC´s las siguientes categorías: desktops, notebooks y workstation.
Mercado de teléfonos móviles
Otro mercado que se caracterizó por tener un desempeño particular fue el de teléfonos móviles. Aunque el confinamiento puso de manifiesto la importancia de la conectividad; el mercado se vio impactado de manera negativa desde su inicio, conforme al reporte IDC Latin America Quarterly Mobile Phone Tracker (4Q2021)[4] la región centroamericana registró su caída más fuerte (-29.2%) en el tercer trimestre de 2021 (ver gráfica 2).
Uno de los casos más interesantes se dio en Costa Rica, cuyo decrecimiento más prominente se dio en el cuarto trimestre del 2020 llegando a -35.5%. Entre los factores que influyeron en este fenómeno se encuentran el cierre de las fronteras, impactando los procesos de importación y desaduanaje de equipos; así como las interrupciones en la cadena de suministro en las fábricas, siendo la más representativa la escasez de chips, cuyos envíos se desaceleraron y los precios aumentaron, lo que llevó a que las marcas tuvieran que reducir su producción y retrasar nuevos lanzamientos. A esto se suma el cierre de establecimientos de compra de dispositivos, pues la venta face-to-face continúa siendo el principal canal de compra centroamericano.
[4] IDC mide en el mercado de Mobile Phone las tecnologías de feature phones y smartphones.
¿Qué se vislumbra para el mercado centroamericano durante 2022?
Es así como a más de dos años desde que se dio la detección del primer caso de contagio de COVID-19, el impacto a todos los niveles societales ha sido histórico. En gran medida, resultado de la contracción de la oferta y demanda de bienes y servicios. Esto sin duda, ha traído consecuencias muy particulares en el mercado tecnológico; por un lado, crecimientos y caídas pronunciadas como pocas veces se habían visto y, por el otro lado, la reconfiguración acelerada de competidores.
¿Qué se vislumbra en el transcurso de este 2022? El pronóstico de desempeño del mercado centroamericano de dispositivos de cómputo personal (PC’s) para 2022, con base en el IDC Latin America Personal Computing Device Tracker – Forecast, prevé que se mantenga positivo, resultado de las iniciativas de gobierno de proveer a su población de equipos de cómputo. No obstante, su potencial podría verse afectado por el desabasto en la cadena de suministro que impactará en el volumen que se coloque en la región.
En el caso del mercado de teléfonos móviles, de acuerdo con el IDC Latin America Mobile Phone Tracker – Forecast, el elemento decisorio en Centroamérica será la capacidad de cumplimiento de las órdenes de compra a los canales de comercialización, independientemente que se haya anticipado el proceso, también como consecuencia de la crisis de suministro que sigue ralentizado la producción de equipos. Esto se debe a que la situación socio-política mundial ya ha generado afectaciones en la fabricación (por ejemplo, la contracción en la importación de materiales fundamentales para la elaboración de chips), la cadena de suministro y con ello la continua disponibilidad de equipo.