Implementación de IA en la región
Hace un par de años, la adopción de Inteligencia Artificial en Latinoamérica, y por ende en Perú, era muy baja. Antes de la pandemia, el gasto de la región representaba menos del 1% del gasto mundial en IA, algo que no se comparaba con la adopción de tecnologías más maduras como por ejemplo sistemas o aplicaciones de colaboración, transaccionales, back-office, etc., donde Latinoamérica normalmente tiene una participación entre el 4% o 5% del gasto mundial.
Aún bajo este contexto, y debido a la pandemia que hemos experimentado, en recientes investigaciones realizadas por IDC observamos que se ha incrementado la adopción de Inteligencia Artificial en la región; sobre todo en empresas con una visión de futuro y una fuerte estrategia competitiva, como es el caso del sector financiero que en algunos casos ve a las FinTechs como socios para brindar servicios de manera eficaz, eficiente, ágil y sobre todo confiable; o el sector de servicios, donde algunas empresas empiezan a ofrecer servicios personalizados y a implementar una oferta que denota que los proveedores tradicionales están tratando de reinventarse y buscando nuevos modelos de negocio.
No obstante, las empresas que no habían implementado o desarrollado sus canales digitales antes de la pandemia tuvieron que hacerlo pues fue la única manera de competir y continuar brindando sus servicios durante los momentos más críticos del aislamiento. El reto, más allá de implementar un canal digital que ya estuviera listo, en realidad estuvo en aprovechar la data existente, histórica y actual, para descubrir insights y procesar volúmenes de información rápidamente. Si bien, los procesos de negocio se pueden automatizar de diversas maneras, el uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial, permite una automatización mucho más eficiente, lo que impulsa a las organizaciones a desarrollar ventajas competitivas y comparativas, tales como agilidad, eficiencia, proactividad y predictibilidad a fin de entregar un producto o servicio acorde con las expectativas de los clientes o usuarios.
Contexto en Perú
Por su parte, las empresas peruanas tuvieron que acelerar los proyectos piloto que ya venían desarrollando antes de la pandemia para poder agilizar sus procesos y ofrecer al cliente una experiencia personalizada y efectiva, propia de las exigencias de los nuevos tiempos. De hecho, algunas organizaciones están ya en camino de integrar el back office con el front office para que la experiencia del consumidor sea placentera y que la organización pueda focalizar sus actividades hacia tareas primordiales como desarrollo de nuevos modelos de negocio y generación de nuevos productos y servicios, entre otras.
Poner en marcha un proyecto de Inteligencia Artificial no necesariamente demanda una inversión importante en términos de recursos tecnológicos, al menos de manera anticipada, pero sí supone una inversión importante en el talento. Por lo que contar con el personal preparado y capacitado, que tenga las habilidades específicas para poder desarrollar las iniciativas empresariales, es el mayor desafío al momento de la implementación de IA.
Beneficios
Por otro lado, es necesario invertir tiempo para preparar al sistema cognitivo; es decir, se requiere que este tipo de soluciones vayan “aprendiendo” de los datos e información previa que se tiene como patrones de comportamientos, correlaciones causa-efecto, definiciones de variables y parámetros, y de resultados históricos de procesos para, a partir de allí, obtener los resultados o recomendaciones de acuerdo con las diversas variables o probabilidades que se hayan fijado. A medida que los sistemas vayan aprendiendo, los beneficios se tornan realmente incalculables; aunque podemos mencionar tres que suponen un importante valor para las empresas, como son:
- Eficiencia Operacional: hacer más con menos, lo que deriva en mayor productividad empresarial que es un tema clave para las organizaciones sobre todo en el contexto de la afectación experimentada por varios sectores de la economía debido a la pandemia.
- Experiencia del consumidor: que implica ofrecer una experiencia positiva tanto en los canales tradicionales como en los digitales.
- Innovación: que supone desarrollar nuevos productos y servicios para marcar una diferencia con respecto a la competencia.
Casos de uso
Ahora bien, se puede ejemplificar la adopción de Inteligencia Artificial hablando de casos de uso específicos que hemos observado en diversos sectores.
En el sector agropecuario, por ejemplo, la IA permite a los empresarios manejar información precisa para anticiparse a la compra de insumos necesarios como fertilizantes y para el control de plagas, o para definir el sistema de riego adecuado.
En el caso de la minería, facilita la automatización de procesos desde el control de la operación y la seguridad industrial, hasta el manejo de la cadena de suministro: por lo que implementaciones de Internet de las Cosas comienzan a aprovechar las recomendaciones que otorgan los sistemas inteligentes o cognitivos artificiales.
Para el sector retail, aprovechar el uso de IA significa no solo eficientar el margen de ganancia del negocio, sino también poder fidelizar a los clientes, brindándoles una experiencia personalizada al conocer sus necesidades y prever su comportamiento en un futuro.
Por otro lado, en el sector de salud privada ya se han desarrollado e implementado algunas iniciativas de Telemedicina en Perú como un recurso tecnológico que posibilita la optimización de los servicios de salud, facilitando el acceso a zonas distantes y ahorrando tiempo y costos.
En el sector financiero, por el lado del back office la Inteligencia Artificial puede ayudar a optimizar y automatizar los procesos, y por el lado del front office a facilitar la interacción con los clientes. En ese sentido, los bancos principales de Perú se están apoyando de este tipo de tecnologías para entender el comportamiento de sus clientes y hacer proyecciones de negocios para la mitigación de riesgos financieros y para cubrir las necesidades de seguridad de TI, entre otras.
Mientras que en el sector público hay mucho potencial de crecimiento, pues aún existen dependencias públicas que tienen un largo camino por recorrer en la implementación de Inteligencia Artificial para ofrecer mejores servicios a los ciudadanos.
Para concluir, es importante destacar que las empresas están migrando de desarrollar iniciativas bajo un esquema tradicional de proyectos de larga duración, a crear estrategias de trabajo que les permitan disminuir riesgos por la rapidez con la que se puede accionar para evaluar los resultados que se van obteniendo. Es ahí donde la adopción de metodologías ágiles entra en juego, convirtiéndose en una buena práctica corporativa.